Con el tiempo te vas dando cuenta de que la gente cambia. Te das cuenta de que pueden decirte miles de cosas bonitas, o pueden decirte que eres lo más bonito que han visto. Pero solo son eso, palabras. No son hechos. Cuando una persona te demuestre de verdad que le importas, es cuando de verdad merece la pena ese alguien.
Yo he creído en muchas personas que me decían miles de cosas bonitas, que me regalaban el oído, que me decían que era la persona más maravillosa que existía. Sabes qué? Que ya no me creo nada de nadie. Que no puedes confiar en quién te regala el oído.